La comida emocional (o el hambre emocional) es cuando las personas utilizan la comida como un medio para canalizar algunas de sus emociones en lugar de comer para satisfacer sus necesidades alimentarias.

Muchas personas hemos pasado por algo así. Cuando tenemos algún disgusto fuerte, alguna preocupación, algún examen en puerta o nos sentimos incómodos e inseguros, nos hemos refugiado en alguna bolsa de papas, de frituras, en un paquete de galletas, o en la típica imagen del bote de helado frente al televisor para sustituir el lidiar con algún sentimiento o tarea con el gusto culposo de la comida. Pero cuando esto pasa seguido, y se sustituye el enfrentar a la realidad con la comida, afectará negativamente la salud, el peso y en general el bienestar del individuo.

Algo que se debe de tomar en cuenta es que muchos de los productos que se consumen en un periodo emocional son aquellos que contienen altos índices calóricos, con alto contenido en grasas como los helados, las pizzas y las hamburguesas, o pueden estar súper saturados en azúcares como los postres y las galletas, con aditivos químicos que provocan en el cerebro una sensación de falso bienestar y saciedad, lo que puede volverlos ciertamente adictivos y que harán que se busquen en momentos emocionales. No hay estudios que indiquen que en un periodo así, las personas busquen consumir zanahorias o apio.

El relacionar a la comida con las emociones se puede aprender desde pequeño, cuando al niño se le premia con un dulce, con un postre o con su comida favorita cuando hace algo bien. Es como cuando a un niño se le da una galleta para que pare de llorar, lo que le traerá una relación de la comida (en este caso la galleta) con algo agradable que satisface a los padres.

Esos patrones se van repitiendo conforme las conexiones sociales se dan alrededor de los alimentos, y aunque no todas las personas tienen esa conexión entre las emociones y la comida, el entendimiento de qué es lo que desencadena a la comida o el hambre emocional puede ayudar a las personas a tomar acción para cambiarlo.

Algunos de los síntomas que se pueden alertar sobre la comida o el hambre emocional son:

• ¿Come o se sirve en porciones más grandes de lo habitual?
• ¿Come en momentos inusuales, como a media tarde, media mañana, muy seguido?
• ¿Siente que puede perder el control sobre la comida cuando está cerca de los exámenes, cuando se ha disgustado con alguien o cuando hay un evento importante cerca?
• ¿Recientemente ha subido de peso inexplicablemente?
• ¿Después de comer se siente angustiado o nervioso?
• ¿Alguien de la familia tiene un patrón de control de las emociones con la comida?

Por todo lo anterior, es importante ayudar a nuestros hijos a diferenciar el hambre física con respecto al hambre emocional, y a la mejor administración propia de los sentimientos y las emociones. El estar cerca de ellos y detectar de manera temprana patrones de consumo de alimentos para aliviar alguna preocupación o inconformidad puede ayudar a encausar en el ejercicio y en la confianza de los padres el mejor tratamiento de las mismas.

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¿Sabías que hay una serie de lineamientos para los alimentos que se venden en las escuelas en México, con el fin de tratar de disminuir la epidemia de obesidad infantil que vivimos en el país?

A través del Instituto Nacional de Salud Pública, se han publicado los lineamientos generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas preparados y procesados en las escuelas del Sistema Educativo Nacional, todo ello con el propósito de evitar la venta y consumo de alimentos llamados chatarra, llenos de harinas procesadas, grasas, sal y azúcar en exceso, y demás elementos que poco o nada aportan a la salud de nuestros niños.

Hay un listado de alimentos y bebidas que pudieran venderse y consumirse a diario, y otros que (extrañamente) sólo pueden venderse en viernes, quizá bajo el criterio de que un día a la semana el cuerpo va a reaccionar diferente al exceso de azúcar, grasas, sales, harinas y demás, siendo que en realidad nunca es un día bueno para consumir refrescos ni alimentos procesados. Cabe señalar que este listado muestra sólo a aquellos productos de empresas (y sus marcas) que han decidido acercarse al registro de sus productos, habiendo una ventana abierta algo grande para los demás productores y distribuidores de productos, pero habrá que ver si las reglas juegan en favor de todos.

Hay mucha polémica sobre qué alimentos deben o no venderse, y sobre qué es lo que pasa con los puestos y vendedores de alimentos poco saludables que se colocan afuera de las escuelas a la hora de entrada o la salida de los alumnos, y ello aún está en revisión, pero se pueden apoyar los padres de familia en los elementos de seguridad que regularmente rondan las escuelas a la hora de mayor flujo de alumnos.

Aún hay mucho camino que recorrer, y sobre todo en la educación y costumbres de nosotros los padres para comprender que lo que demos a nuestros hijos es nuestra responsabilidad, y que sólo con educación y con la formación de buenos hábitos alimentarios podremos cambiar la estadística de sobrepeso y obesidad que hoy nos aqueja.

Para obtener un refrigerio saludable, sustancioso, con alto contenido de Omega Tres, y en porciones adecuadas para cada nivel y edad, cuenten con nosotros para los ciclos escolares, o para los refrigerios en los cursos de verano, invierno, semana santa y ¡todo el año! 

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El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDA, o ADHD, por sus siglas en inglés), es el modo como se conoce al grupo de conductas que puede presentarse entre un 5 y un 10% de los niños, adolescentes y hasta en adultos, que pueden tener dificultades en centrar su atención en asuntos de la escuela, el trabajo y el hogar.

Éstas personas pueden parecer más activos que el resto, y esa actividad extra se transforma en una dificultad para concentrarse y prestar atención en temas que pueden afectar su relacionamiento social, en la conducta y el aprendizaje, lo que puede hacerlos ver como personas difíciles e hiperactivas.

Los estudios se han centrado por varios años en la población infantil, pero la realidad es que también se presenta en adultos que muchas veces no han sido diagnosticados, y que probablemente han presentado este trastorno por toda su vida.

En México el tratamiento común para ese trastorno es medicamentoso en la mayoría de los diagnósticos, pero ¿eso realmente soluciona el asunto de raíz o sólo lo controla? ¿Por qué hay países como Francia, donde menos del 0.5% de los niños se diagnostican con TDA?

Al parecer, esto depende del tipo de acercamiento de las autoridades sanitarias a las soluciones posibles, siendo la rama farmacéutica la más utilizada en el continente americano -por ser considerado como un desorden biológico del desbalance químico del cerebro-, aunque por el lado europeo se trata como el resultado de una serie de situaciones psico-sociales donde el problema no se atiende como parte de su química cerebral, sino como el contexto social donde se ha desenvuelto el niño.

Como parte de los diagnósticos, en México se han determinado como patología muchos de los comportamientos propios y normales de los niños, descartándolos de una serie de parámetros considerados como “adecuados”, sin tener en cuenta variantes propias del contexto donde el niño se desarrolla, promoviendo entonces el uso y consumo de fármacos.

La diferencia entre un ambiente familiar y otro puede tener una influencia clara entre niños diagnosticados con TDA contra los que no. El establecer límites claros entre la voluntad del niño, la filosofía de la disciplina en casa, y el hacerlos sentir seguros y a salvo, puede favorecer el mejor desarrollo del niño, ya que encontrará un auto control en sus actitudes de manera temprana en sus vidas. El que se les permita crecer en un ambiente familiar donde las reglas se encuentran claramente establecidas, logrará muchas de las veces que se cree un ambiente congruente en su comportamiento social, escolar y de trabajo, sin necesidad de recurrir a tratamientos medicamentosos que enmascarará los síntomas, sin necesariamente resolver el problema de base.

Por supuesto que no se descarta en ningún momento que pueda existir realmente un desequilibrio en la química cerebral de los niños diagnosticados con TDA, pero antes de recurrir al tratamiento farmacéutico, siempre es recomendable analizar si se han propiciado las condiciones para que los niños puedan adquirir los mejores hábitos desde casa, con amor, respeto y ejemplo de con quienes habita y convive a diario.
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La depresión es uno de los padecimientos más comunes en la época moderna, donde las grandes presiones sociales, económicas, sentimentales y laborales contribuyen a crear ese sentimiento de tristeza, de abandono, melancolía y de infelicidad que muchas veces se presentan en periodos prolongados y que puede interferir en las actividades de la vida diaria.

Algunos de los síntomas más comunes de la depresión son:
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• Sensación de tristeza
• Estado de ánimo irritable
• Dificultad para concentrarse
• Pérdida de interés por las actividades que son las favoritas
• Sensación de cansancio o de falta de energía para realizar las actividades diarias
• Pensamientos negativos repetitivos
• Insomnio, dificultad para conciliar el sueño, o sueño en exceso

Los niños y los adolescentes no están exentos de este padecimiento, y es cada vez más común encontrarlo en etapas más tempranas de la vida, lo que puede orillarlos a el consumo de sustancias tóxicas, al alcoholismo y hasta al suicidio en casos severos.
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Los medios más comunes para atender la depresión son la terapia individual, la terapia en familia, la terapia de grupo, y en casos determinados con medicamentos antidepresivos, aunque también hay alimentos que por sus propiedades pueden ayudar a prevenir y disminuir los síntomas de la depresión.

​Cinco de los mejores alimentos que ayudan a combatir este padecimiento son:

​El salmón. Al ser un alimento con alto contenido del ácido graso Omega 3 de fácil asimilación, puede ayudar a que neurotransmisores como la serotonina (que causa la sensación de felicidad) permee de mejor manera en el cerebro.

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​Las almendras. Al ser una excelente fuente de magnesio pueden ayudar a combatir muy efectivamente los síntomas de irritabilidad y la depresión.

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​El aguacate. Además de proveer grasas saludables que ayudarán a un mejor flujo circulatorio, están cargados de potasio, que puede disminuir notablemente la sensación de estrés y de depresión.

​​Los espárragos. Contienen una buena combinación de vitaminas del complejo B que ayudan a la sensación de bienestar y energía en el cuerpo, además de ser fuente de fibra natural.

Incluir a estos alimentos de manera regular en la dieta podrán prevenir o disminuir los síntomas de la depresión de manera efectiva, además de contribuir a la mejor respuesta de terapias y a disminuir los síntomas de este padecimiento.

Por estas y muchas más razones, en el Club Omega Tree estamos comprometidos a entregar los mejores alimentos preparados con ingredientes de la más alta calidad, todos ellos en presentaciones que cubren las recomendaciones de ingesta diaria de Omega 3 y de muchos ingredientes saludables que proveerán de una calidad de vida mejor.

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El acoso escolar ha existido por décadas. No es algo nuevo, pero en épocas recientes ha tenido un alto grado de relevancia por las implicaciones psicológicas que se han detectado en los niños de manera más consciente. ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a evitar ser parte de esto?

El término Bullying refiere a la intimidación, y se trata de las manifestaciones de violencia física o verbal de manera recurrente e intencionada a la que un niño se ve sometido por sus compañeros de escuela, muchas de las veces sin causa aparente, y que se lleva a cabo sólo por mostrar algún poder o fortaleza mayor hacia el niño al que molestan, logrando así un estatus o dominio mal entendido por el agresor.

Las manifestaciones del acoso escolar son muchas: cerrarle la puerta al niño para que no entre al salón de clases, golpearlo, patearlo, amenazarlo, burlarse de él, insultarlo, romperle sus cosas, tirarle los útiles escolares, robarle objetos o materiales, crear rumores hacia su persona, aislarlo del grupo, y muchas más que crean un ambiente de tensión, de ansiedad, de depresión y tristeza en el niño agredido que puede tener repercusiones de por vida por ser víctima de estos actos.

Hay muchas teorías que hablan sobre los causales del por qué un niño puede volverse abusador, que van desde que el niño ha aprendido estos comportamientos en casa, donde puede predominar un ambiente de agresión (hacia la madre, hacia el padre, hacia los hermanos, hacia los vecinos o incluso hacia las mascotas), y teorías que señalan que el niño agresor tiene una inseguridad muy grande y encuentra a este comportamiento como la única manera de sobreponerse a su propio sentir.

Por otro lado, las víctimas se han detectado generalmente como a aquellos niños que son diferentes al resto, ya sea por su comportamiento maduro, por alguna discapacidad o rasgo físico, por ser tímidos o visiblemente inseguros, y que en consecuencia se detectan como blancos fáciles de acosar.

Lo importante es que la responsabilidad de los padres debe estar centrada en conocer a sus hijos, y saber si pueden encontrarse con una víctima o un victimario en casa, hablar abiertamente con ellos y corregir las situaciones lo antes posible antes de que llegue a afectar al niño. Se puede también motivar a los niños que son espectadores o que presencian actos de bullying con sus compañeros a que lo denuncien, a que no callen y a que cultiven y compartan la empatía con los niños afectados, tratando de crear un ambiente que en un futuro los ayudará a crear más y mejores relaciones sociales en sus vidas personales y profesionales.

Porque la educación es una responsabilidad conjunta que determinará el éxito o el fracaso de nuestros hijos.
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Es bien sabido que el problema de la alimentación mundial es algo en lo que se debe tomar conciencia y acción, ya que por un lado hay millones de personas en condiciones que les hacen pasar hambre, y por el otro hay una gran masa poblacional que desperdicia comida. Un segmento en éste último estado es el escolar.

Son muchos los factores que llevan a los niños y a los adolescentes a tirar la comida que se les ha mandado como lunch, entre los que destacan:

• Los niños prefieren comprar algo más “sabroso” que su lunch en las cafeterías escolares.
• Los niños están aburridos de los mismos platillos en el lunch diario
• Los niños sólo reciben vegetales y frutas (como pepinos con limón y zanahorias)
• Los niños no tienen tiempo suficiente para jugar y comer, por lo que prefieren jugar a ingerir el lunch
• El horario del receso es muy temprano, cuando los niños aún no tienen hambre suficiente
• Las niñas tienen una tendencia más alta de desperdiciar la comida que los niños
• Los niños más jóvenes tienden a desperdiciar más comida que los de más edad
• Los alimentos que más se desperdician y acaban en la basura son las ensaladas, las verduras y las frutas

Entonces, ¿qué cantidad de lunch es el adecuado? ¿Cuántas frutas, verduras, proteínas, carbohidratos y grasas se deben de colocar en la lonchera? ¿En qué combinación? Las respuestas no son universales y depende mucho de cada niño y del conocimiento que sus padres tengan de él. Lo que se recomienda es que los lunches siempre deben de ser nutritivos, variados, suficientes y apetitosos para los niños, con un balance adecuado entre cantidades e ingredientes, y por supuesto pedir la honestidad del niño sobre si realmente consume lo que se le manda, y si no, encontrar qué se puede mejorar para que pueda rendir mejor.

Si desean ofrecerles a sus hijos la mejor opción para un lunch nutritivo, variado, suficiente y por supuesto delicioso, y en las cantidades recomendadas por los expertos, en el Club Omega Tree nos encargamos de eso al entregar diariamente lunches preparados con ingredientes frescos y con recetas creadas artesanalmente por Chefs.

Porque en el Club Omega Tree sabemos que un niño nutrido será un niño exitoso.

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El azúcar, ese dulce ingrediente que es común en casi todos los productos procesados y que su sabor cautiva a niños y a adultos, es un componente que muchas de las veces aporta no sólo el sabor dulce agradable al paladar sino una serie de calorías no deseadas, vacías por su nulo contenido nutricional, y que en un consumo alto puede acarrear problemas graves a la salud en el mediano y largo plazo. Ahora, la pregunta es ¿cuánto es un consumo alto? ¿Cuántos gramos de azúcar se pueden consumir diariamente de manera segura?

Hay varios tipos de azúcares y se pueden encontrar en muchos alimentos, desde fuentes naturales como las frutas, la leche, en verduras como la zanahoria y hasta en tubérculos como las papas. Por supuesto, se pueden encontrar en forma procesada como ingredientes que mejoran el sabor en refrescos, salsa cátsup, galletas, panes y pasteles, y hasta en los empanizantes de pescados y similares que se venden empacados. Por supuesto que la manera en cómo responde el metabolismo ante la ingesta del azúcar de una pera no es la misma a como procesa un jugo procesado.

La Organización Mundial de Salud  (OMS) ha determinado en varios de sus estudios que el consumo desmedido de los azúcares en la dieta moderna puede tener efectos indeseables en la salud, desde la aparición de caries dental, la disminución del apetito en niños que consumen altas cantidades de este producto inhibiendo el consumo de alimentos saludables, el aumento de peso y de grasa corporal debido a la transformación de esas calorías no ocupadas por el cuerpo en lípidos, hasta el riesgo de provocar Diabetes Mellitus tipo 2, Cáncer y Alzheimer.

Por todo lo anterior, se ha recomendado que la cantidad de azúcar que se consume en la niñez no debe de pasar el 10% de la ingesta calórica total diaria del niño, y basándonos en nuestra publicación anterior en donde se menciona que un niño en edad escolar debe de consumir un promedio de 1,750 calorías diarias, entonces los niños deberían de consumir un máximo de 175 calorías de azúcares, es decir, cerca de 40 gramos de azúcar por día o menos de ser posible.

Si se analiza el contenido de azúcar, glucosa, fructuosa, sacarosa y demás endulzantes de lo que se les da a los niños día por día, seguramente se estará proporcionando más de las cantidades sugeridas. Por ejemplo, una lata de refresco común puede contener 40 gramos de azúcares, que es el máximo recomendado diario, y eso en un solo producto y sin ningún aporte nutricional. Es por eso que es responsabilidad de los padres el inculcar hábitos alimentarios sanos y propios en cantidad y variedad para que sus hijos no aprendan a consumir azúcares desmedidamente, evitando así riesgos mayores en su salud a futuro.

Si desean ofrecerles a sus hijos la mejor opción para un lunch nutritivo, variado, suficiente y por supuesto delicioso, pero bajo en azúcares, en el Club Omega Tree nos encargamos de eso al entregar diariamente lunches preparados con ingredientes frescos y con recetas creadas artesanalmente por Chefs.

Porque en el Club Omega Tree sabemos que un niño nutrido será un niño exitoso.

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Ya hemos hablado en varias ocasiones sobre lo importante que es darles a los niños alimentos de calidad, variedad y en cantidades suficientes en los momentos que están en la escuela, justamente a la hora del Lunch, pero ¿qué es lo que se les debe de proporcionar?

Si los niños reciben alimentos llenos de grasas saturadas, carbohidratos simples y azúcares, seguramente no tendrá el mejor resultado. ¿Y si les damos pepinos con limón, jícamas y zanahorias? Bueno, aunque no está mal, tampoco se les proporcionará un cuadro completo.

Un menú nutritivo, suficiente y variado debe de incluir desde proteínas, fibra, vitaminas y minerales, y por supuesto algo de grasa (que no toda la grasa es mala sabiéndola seleccionar y utilizar). Es por eso que en el Club Omega Tree hemos creado una serie de menús para que los niños puedan recibir todo lo mejor en sus alimentos en el horario escolar, en las porciones adecuadas, y en cantidades calculadas para tener el mejor aprovechamiento integral: físico, mental y emocional, y con la facilidad de no tener que pensar en la preparación, la variedad, y hasta la limpieza de los contenedores. Nosotros nos hacemos cargo de ello.

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Mañana inicia el ciclo escolar 2016-2017. Aquí les compartimos el calendario oficial para que tengan en cuenta los días feriados y fechas importantes dentro de este ciclo.

​Esperamos que les resulte útil.